
Hoy es igual, Dios no vive de la gloria del pasado, Él quiere que todas las personas sepan que es el único y verdadero Dios. ¿Y cómo ocurrirá?, debe existir la manifestación de su poder en nosotros, de tal forma que las personas alrededor vean lo que hace con aquellos que lo buscan.
En necesario exista diferencia entre la gente común y quienes obedecen a Dios.
Con palabras, no convencerá a alguien de buscar a su Dios vale la pena, sólo con hechos poderosos.
Además, Dios quiere mostrar su poder a través de nosotros, quién es Él. Al sacar a Israel con mano fuerte, hasta el faraón tuvo que reconocer que el Dios de Moisés, del pueblo de Israel, es el verdadero Dios, pues sus dioses no podían hacer lo que Dios sí hizo.
Jesucristo busca que el resultado de su fe sea incuestionable y nadie pueda decir cosa alguna contra su fe, hacer evidente en su vida los resultados de su creencia. Si es este momento está pasando por un momento terrible, es el instante ideal para usar la fe y mostrar que el Dios verdadero es Su Dios y que Él pelea por usted.
Usted no debe seguir o creer en un dios sólo por tradicionalismo, porque así le inculcaron, debe hacerlo por fe inteligente, no ciega.
“(…) y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; más los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.” (Éxodo 10:21)
Su vida debe hablar por si misma de que buscar a Dios vale la pena. Que su Dios no es de yeso, barro, inanimado, sino el Todopoderoso.
Dios quiere hacerle resplandecer, que todos vean que no depende de alguien para triunfar, que la fe en Dios y su decisión le bastan. No obstante, sólo reflejan eso quienes racionalizan lo siguiente: si su Dios es grande, su vida, en todos los aspectos, debe estar ampliamente bendecida. Y solo se obtienen bendiciones grandes quienes sacrifican en grande y obedecen a Dios de corazón.
“….En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo”
Juan 16:33