Powered By Blogger

martes, 29 de noviembre de 2011

Acudir en la necesidad.

Cuando surge una seria dificultad, nuestro primer impulso es acudir al Señor y decirle: ¡Señor, ayúdame!

Normalmente lo primero que hacemos es correr a todas partes en busca de ayuda y dejar al Señor a un lado. Nos cuesta confiar en Él. Pero podemos confiar en Dios tanto cuando el cielo está sereno como cuando ruge la tempestad.


Dios nos habla, más de lo que pensamos. Quizás permite que atravesemos una circunstancia difícil, para despertarnos de la apatía o de una situación en la que no le hemos dado a Dios el lugar que le corresponde. Y Él nos avisa.


Cuando uno confía en Dios, no se desespera; ora y espera en silencio hasta que Él le muestre lo que debe o no debe hacer.


La Palabra de Dios dice en 2º Crónicas 16:9. Dios sabe quiénes confían en él, pues sus ojos contemplan toda la tierra. 


La expresión "los ojos del Señor", corresponde al perfecto conocimiento que Dios tiene de todo lo que ocurre, a cada instante en nuestro corazón.


¡Que Dios nos ayude a confiar en Él para todo y en todo tiempo!

Ante cualquier prueba o situación difícil, acudamos inmediatamente a nuestro buen Dios y Padre. Él nos ama y desea ayudarnos. Levantemos los ojos hacia nuestro Dios, porque de Él viene el socorro.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Hecho ocurrido en 1892

Un señor de 70 años viajaba en tren, a su lado estaba un joven universitario, que leía su libro de ciencias. El señor, a su vez, leía un libro de tapa negra.
Fue cuando el joven percibió que se trataba de la Biblia, y estaba abierta en el libro de Marcos. Sin mucha ceremonia, el joven interrumpió la lectura del viejo y le preguntó:
- ¿Usted todavía cree en este libro lleno de fábulas y absurdos?
- ¡Sí! Pero no es un libro de absurdos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado?
- ¡Claro que lo está! Creo que usted debería estudiar Historia general. Así, verá que la Revolución Francesa, que ocurrió hace 100 años, mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios creó al mundo en seis días. Usted debería conocer un poco más sobre lo que dicen los científicos sobre eso.
- ¿En serio? ¿Y qué dicen los científicos sobre la Biblia?
- Bien -respondió el universitario- bajo en la próxima estación, pero déjeme su tarjeta que le enviaré el material por correo.
Entonces, el viejo, cuidadosamente, abrió el bolsillo interior de su sobretodo, y le dio la tarjeta al universitario. Cuando el joven leyó lo que estaba escrito, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una ameba.
La tarjeta decía:
“Luis Pasteur - Director del Instituto de Investigaciones Científicas de la escuela Normal de París”
Dios los Bendiga

lunes, 21 de noviembre de 2011

Dobla Hoy tus Rodillas

Lo importante no es si quieres o no doblar tus rodillas y confesar que Jesucristo es el Señor.

Lo importante es que lo hagas aquí, antes de que partas de este mundo para ir a Su presencia.

Porque en definitiva un día tendrás que doblar tus rodillas para confesar que Jesucristo es el Señor, pero si no lo hiciste durante tu vida, ya no servirá de mucho.

“Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos (los ángeles) y en la tierra (los hombres) y debajo de la tierra (los muertos); y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre”  (Filipenses 2:10-11)

Si te decides, hoy vas a encontrar un SALVADOR que te va a recibir con los brazos abiertos. Él te aceptara como su hijo y podrás disfrutar de la vida eterna junto a Su presencia.

Si por el contrario tu orgullo no te permite tomar la decisión, igual tendrás que confesarlo ante el mismo Dios, pero ya no como Salvador, sino como JUEZ. Ya no vas a poder tener más oportunidades, Él te condenará para siempre.

No es cuestión de que QUIERAS, sino de que te DECIDAS. Si te decides hoy, confiesa tus pecados y pídele a Jesús que entre a tu corazón. No solo va a ser la decisión más importante de tu vida, sino que además tu corazón se llenará de paz, amor y gozo.


“Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo”  (Apocalipsis 3:20)


Dios los Bendiga.