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viernes, 12 de agosto de 2011

¿Estás ignorando lo más importante?

Una de las cosas que más disfruto hacer es ayudar a las personas. Salgo a las calles con un grupo de voluntarios que al igual que yo, quieren que las personas encuentren paz, alegría, salud, prosperidad, y sobre todo Salvación en Dios.

Todo esto  lo hacemos porque queremos que se den cuenta que para todo tipo de problema hay una solución si se confía en Dios.
Nos acercamos a las personas para hablar y orientarlos una vez que ellos nos dicen los problemas que tienen.

Esta labor es muy bella, a mí me fascina. A través de ella se ha logrado el cambio de vida de muchas personas.

Pero esta vez quiero compartirles algo que nos sucedió hace poco, mientras realizábamos esto.
Todos antes de salir hacemos una oración pidiéndole a Dios que nos guíe hacia las personas que necesiten escuchar una palabra de aliento. Y normalmente es así, bien, ese día salimos dispuestos a hablar con las personas.

Una de mis compañeras se acercó a una persona y comenzó por decirle que si ella tenía problemas, Dios podría ayudarla, ya que Dios no abandona a  aquellos que se convierten a Él de todo corazón.
Y saben que le contesto la persona: “NO ME INTERESA HABLAR DE ESO, NO TENGO TIEMPO”, y se fue.


Yo observé la escena y al escuchar su respuesta, me sentí muy desilusionada.
Mi desilusión no fue el hecho de que ella ignorara palabras que amablemente le decían, mi desilusión fue causada al ver que las personas no se interesan más por Dios.


Cuando una persona sufre, al mirarla observas en ella la aflicción que le causan sus problemas.  Es como si tuvieran un letrero que dijera: “NECESITO AYUDA”.

A mi parecer nadie puede brindarnos una mejor ayuda, que Dios.
Pero Él, no puede hacer nada en la vida de las personas  que aceptan sus problemas como algo “normal”, que creen que solos saldrán adelante, que esta es la vida que les tocó vivir, que nadie los puede ayudar, que Dios los olvido, etc.


Cada día veo a mas personas ignorar a Dios, porque dicen que no tienen tiempo, que están ocupados.
Curiosamente ellos tienen tiempo para trabajar, estudiar, la familia, los amigos, la pareja, pasear, ir al cine, chatear, navegar en las redes sociales, internet y muchas cosas más.
Y al final, ¿Dónde queda el tiempo para Dios?

Pero si tú les preguntas a esas personas que ignoran a Dios, como es su vida, te darán una larga lista de lo miserable que es.

Y todavía se preguntan ¿Por qué Dios no me ayuda? ¿Acaso no ve que estoy sufriendo? ¿Seguramente Dios ni existe, porque nunca me ayuda? Etc.

Pero yo te pregunto: ¿Cuántas tiempo le dedicas a Dios? ¿Cuántas horas o minutos le regalas de tu día? ¿Haces su Voluntad o la tuya? ¿te has alejado de lo malo para agradarle a Dios? ¿Cuántas veces le hablas para agradecerle por todo lo que te da, por la vida, por tu familia? En fin ¿has puesto a Dios por sobre todas las demás cosas?
Dejo a tu criterio las respuestas.


Como podemos esperar que Dios nos ayudes o conteste, si no le dedicamos tiempo.
Nosotros dependemos de Él para lograr las cosas y Él de nosotros para poder echarnos una mano. Es algo mutuo.


Debemos acercarnos a Él, tal como lo dice en su Palabra: “Ahora pues, dice el Señor, convertíos ahora a mí con todo vuestro corazón…”  (Joel 2:12)

Por lo tanto debemos volvernos a Él, aceptarlo como nuestro Señor  y Salvador, como nuestra fortaleza, nuestra prioridad, amarlo con todo nuestro ser.
Él quiere darnos una vida feliz, ayudarnos en todo y cumplir nuestros sueños,  pero para que eso suceda, debemos de tener ese deseo sincero de conocerlo y obedecerlo.


Después de leer este articulo pueden suceder dos cosas:

1.       Tomar la misma actitud de la persona y decirme: “No me interesa ese tema, no tengo tiempo”
Ó
2.- Reflexionar sobre lo que te describí y aceptar que tal vez no les has dado el tiempo a Dios, pero quieres hacerlo, quieres que Él te guíe, ayude y muchas cosas más que solo Él puede concederte.


Si quieres hacer lo de la 2da opción.
Te felicito por ello. Comienza a dedicarle tiempo a Dios, hablar con Él, leer la Biblia, comienza a hacer lo agradable a sus ojos.


Recuerda que Dios te está esperando hace mucho tiempo, Él no está molesto contigo, al contrario está muy feliz porque has decidido aceptarlo.
Él te ama  y siempre lo hará, deja que Él sea quien guíe tus pasos y llegaras a la vida que Él ha preparado para ti.


Tú eliges seguir ignorándolo o darle el tiempo que se merece, la decisión es tuya, yo ya elegí y ¿tú?



“Porque los caminos del Señor son rectos, por ellos andarán los justos, más los rebeldes caerán en ellos”.
(Oseas 14:9)


Dios les Bendiga.