Si queremos experimentar una vida mejor.
No dependerá de la suerte o del destino, pero sí de las decisiones que tomemos.
Nuestras decisiones pueden generar un brillo jamás visto, llevarnos a lograr más de lo deseado.
Jesucristo dejo la receta de cómo proceder para hacer estos días mejores:

La voluntad de Dios es o de hacer de usted una persona nueva.
Al hablar acerca del afán, Jesús trato de evidenciar el peligro de preocuparse, pues nuestras preocupaciones sólo traen más problemas. ¿Qué cambie o mejora cuando usted se preocupa?
Lo único que cambia es la aparición de enfermedades provocadas por la angustia o ansiedad, sentimientos dañinos, etc., Cosas para nada benéficas.
Preocupándose empeora y nada resuelve.
Hay esposas angustiadas, madres preocupadas por sus hijos, desesperación a causa de las deudas…. En fin…. pero Jesús preguntó: “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo?” (Mateo 6:27).
Si usted quiere ser una persona mejor, siga el consejo de Jesús: busque agradar a Dios, ocúpese en ello y busque saber cada vez más como seguir los consejos de Dios. Haciendo eso, Él suplirá sus necesidades sin que usted tenga que estar pidiendo todos los días por ello.
Jesucristo conoce sus deseos…
Tal vez entonces se pregunte: “Si Él ya los sabe, ¿Por qué no me los da?”
Porque la persona aún no hace lo que Dios le pide.
En las reglas de Dios, sólo reciben quien da, quien sinceramente busca obedecerlo.
No se preocupe más, preocúpese por agradar a Dios y Él se ocupara de usted.
“Y su cariño para con nosotros es más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor.”
2 Corintios 7:15