Nuestra batalla diaria es espiritual.
Satanás jamás desiste en su afán de impedir que las personas alcancen sus metas y logren las bendiciones de Dios. No obstante, toca a cada uno de nosotros vigilar, constantemente, nuestra comunión con el Señor para alimentar nuestra fe y no caer en las provocaciones del maligno.
Lamentablemente no todas la personas hacen esto, por esa razón a la menor dificulta, desisten de sus sueños.
Para nadie ha sido fácil lograr sus objetivos porque los retos siempre están presentes.
Incluso los héroes de la fe tuvieron que sortear varios obstáculos antes de alcanzar la bendición del señor, pero fue precisamente esa estrecha relación con El lo que los sustento.
Josué es un claro ejemplo de ellos pues pese a pasar por situaciones difíciles, inclusive pisar la cárcel, se aferro al Señor y El lo honro poniéndolo como gobernador de Egipto (Lea Génesis 41:38-48). Dios le dio más de lo que imagino
Si usted quiere conquistar sus sueños, jamás desista de ellos, aunque las circunstancias muestren una atmosfera difícil, porque si logra mantener la confianza, VENCERA.
“Lo más grave no es caer, sino permanecer en el suelo”
Michael Quoist
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